
Ya lo tenemos entre las manos. Una de esas joyas que parecen venir de otra dimensión, o al menos de un taller mecánico donde, además de arreglar coches, se arman canciones. Allegro Ma Non Troppo, el primer LP de Talleres Molina, es todo lo que esperábamos y más. Con edición limitada y numerada artesanalmente, este lanzamiento editado por Espora Records nos ofrece un billete hacia un torbellino de creatividad desbordante.
El álbum se nos había insinuado, tanto en sus lanzamientos previos como en sus conciertos, con singles tan prometedores como «No voy a cambiar», «Los Sitios de Siempre», «Nadie se muere de amor» o el más reciente «Lenny Kravitz». Pero ahora podemos sumergirnos en la experiencia completa, y vaya sí vale la pena. El power trío formado por Julio Molina, Gabi Marcos y Nando Ros nos presenta una colección de canciones que desafían etiquetas y modas, reafirmando su cruzada contra ese ‘pop épico’ que, según ellos, tanto daño ha hecho.
Lo que encontramos aquí es electro-power-pop en estado puro: directo, vibrante y cargado de letras que oscilan entre el humor ácido y la reflexión disfrazada de sarcasmo. Desde la portada —una lata de aceite rodeada de flores desparramadas— hasta el propio título del álbum, la banda juega con el clasicismo y el pop art en un esfuerzo constante por no resultar ni pretenciosa ni aburrida. Y lo logra con creces.
El disco arranca con «El Astronauta», una canción synth-pop tan adictiva que atrapa desde la primera escucha, para luego zambullirse en las guitarras eléctricas de temas como «Corazón Contento» o su descarnada versión del «Personal Jesus» de Depeche Mode, aquí rebautizada como «Cristo Personal». Pero el viaje sigue su curso, y canciones como «Hazte el muerto» y «Que puede salir mal» se revelan como auténticas joyas ocultas, hasta alcanzar el clímax final con «Sueños Locos», una despedida tan exuberante como inolvidable.
¿Y ahora qué? La banda llevará esta fiesta a salas de diversas ciudades, dentro y fuera de Mallorca, en una gira que promete ser tan intensa como el disco mismo. Todo esto antes de su anunciada disolución el 27 de noviembre de 2027 a las 23:30 h, un final que esperamos que nunca llegue a producirse. Hasta entonces, Talleres Molina nos seguirá ofreciendo el mejor servicio: música honesta, descarada y absolutamente necesaria, y además a un precio imbatible. Ya lo dice el eslogan: «Ven a Talleres Molina, si vas a otro será tu ruina».
Publicado por:
Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.
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